miércoles, 11 de enero de 2012

EL IMPACTO DE LA TELEVISIÓN

EL IMPACTO DE LA TELEVISIÓN.
Enlace del video:


El gran problema del hombre hoy es evolucionar en un medio tan cambiante. Nos hemos volcado mucho en la psicología para resolver nuestros propios problemas personales, y son esos mismos problemas los que pedimos a la ciencia que nos resuelva.
Lo que se nos plantea hoy en día es el resolver como llegan los jóvenes a ser humanos en el pleno sentido de la palabra, lo que significa mantener siempre abierto el proceso de la evolución. Pero… esta cuestión ha variado mucho desde unos atrás hasta hoy en día, los medios han cambiado, sus vidas han cambiado, las metas han cambiado.
Entonces ahora nos planteamos ¿Hacia dónde se dirige la especia humana? Pablo del Rio es psicólogo del desarrollo e investigador de la comunicación. Desde hace años dirige el Proyecto Pigmalión encargado de estudiar el efecto de los medios en el desarrollo de las personas, en especial de los más jóvenes.
Él ha elegido la palabra dieta, para hacer referencia a este proceso, con esto quiere señalar todo aquello que hemos ido recibiendo a lo largo de nuestras vidas por parte de los medios, y es que es tan importante como seguir una buena dieta en lo que a la alimentación se refiere, al igual que alimentamos nuestro cuerpo, tenemos que alimentar nuestro cerebro, y cuidar todo aquello que le damos, porque al igual que crecemos y nos cuidamos físicamente, debemos cuidarnos y cultivarnos a nivel de conocimientos.
Ha elegido un pueblecito de Castilla, donde se hizo una investigación sobre como es la mente de tres generaciones distintos de castellanos, y lo hicieron a partir de cuál era su dieta, esa dieta de la que hablábamos antes, esa dieta cultural, lo que descubrieron es que los ancianos ligados a estos pequeños pueblos tienen una arquitectura mental muy simple pero enormemente robusta, con muy pocas cosas pero con un funcionamiento perfecto, los de su generación son muy lecto-escritos y los jóvenes tienen mucho que ver con los ancianos en el sentido de que son muy activos, muy orales, pero tiene un gran problema, y es que han perdido su lugar, y es que de alguna manera han vivido en entornos fragmentados, en entornos que están estallando. Y es que en esta globalización cabe el peligro del desarraigo ecológico.
Lo relevante de esto, es que deja aclaradas una serie de dudas, primero, que la televisión ejerce una gran influencia, segundo, que no es única, que la televisión ejerce tanta más influencia cuanta menos influencia estén ejerciendo otras cosas que el niño necesita, como el entornos familiar o un simple sitio donde jugar, ya que la mayoría de los niños ven la televisión cuando no tienen un sitio donde jugar. Pero ya centrándonos en los tiempos que el niño dedica a ver la televisión, decimos que la televisión puede ser buena o puede ser mala. Los estudios que se han realizado sobre la buena televisión demuestran unos resultados muy positivos, en aspectos cognitivos, morales, directivos, y que de alguna manera en España es el déficit de investigación y de creación de programas cognitivos y adecuados para el desarrollo.
No es que la ver televisión sea bueno o sea malo, lo que se trata es de hacer una buena televisión. Hay que tener unos criterios de buena programación claros, y no esa tendencia a rellenar con cualquier cosa, ya que pienso que la televisión puede ser una fantástica herramienta, como otras que utiliza la humanidad para formarse a sí misma.

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